Con esta receta me presento al reto de Tía Alia, y os invito a que la visitéis. Yo he aprendido mucho de ella, y ya hace mucho tiempo que la sigo, pero hasta ahora no he decidido dar el paso para hacer los retos que nos propone, pero bueno más vale tarde que nunca.
En el reto del mes de junio, como siempre tenemos dos propuestas, una salada, que trata de hacer "Jamón en escabeche", y otra dulce, que es hacer "Leche frita". Puedes elegir hacer las dos o una de ellas.
Me hubiera gustado hacer las dos pero no me ha dado tiempo, así que sólo os presento la dulce de leche frita. Quería que fuera diferente y creo que lo he logrado. Tiene la misma textura, se hace igual, pero el sabor es chocoate, chocolate y chocolate jajajajaja.....
- 6 huevos.
- 50gr. de harina.
- 100gr. de maicena.
- 150gr. de azúcar.
- 1/2 litro de leche.
- 100gr. de chocolate blanco.
- 100gr. de chocolate con leche.
- 100gr. de chocolate negro.
- Harina y huevo (para el rebozado).
- Aceite para freír.
- 1 cucharada de azúcar glass, 1/2 cucharita de canela molida, 1/2 cucharita de jengibre molido, 1/2 cucharita de nuez moscada molida.
PREPARACION:
Ponemos en un cazo la leche a hervir. En otra olla se pone los huevos con el azúcar y se baten, luego se agrega la harina, la maicena y se mezcla todo muy bien.
A continuación se pone en el fuego y se le añade la leche hirviendo, sin dejar de mover, hasta que espese.
La crema debe quedar muy espesa, si no es así, añádale un poco de maicena diluida en leche. Si te queda grumos no te preocupes bátelo un poco con la batidora y adiós grumos.
Partimos en tres partes esta crema, la colocamos en tres recipientes diferentes en cada uno ponemos un chocolate fundido y lo mezclamos muy bien.
Luego cada crema de chocolate la ponemos en un recipiente plano, para que se enfríe o ponerlo los tres en el mismo capa a capa. Yo no quise arriesgarme vaya que se juntaran todos, aunque pensándolo bien una leche frita marmolada también quedaría muy original, bueno la próxima.
Cuando este fría se parten en trocitos, se pasa por harina y huevo y se fríen en el aceite no muy fuerte, se colocan en un plato con papel de cocina.
En un plato ponemos el azúcar glass, la canela, el jengibre y la nuez moscada, mezclamos bien todo y vamos rebozando con esta mezcla, sacudimos para quitar el exceso.
Emplatamos como más nos guste y solo queda comer.