Siguiendo en la línea de la entrada anterior, la del pulpo a la gallega, seguimos aprendiendo como se utilizan los moldes para emplatar. Pero esta vez, dedicado a los niños, para que se maravillen con las cosas que le hace su mamá.
Como veréis, este plato es super sencillo. Y.... ¿a quien no le gusta unas patatas fritas con huevos?. En este caso, lo importante es la cara que se le van a poner, cuando vean las formas que le habéis puesto a los huevos jajajajaja
Os voy a enseñar algunos moldes que tengo yo, pero en las tiendas podéis encontrar muchos más. Los hay de plástico y de acero. Para hacer este plato, tiene que ser de acero, ya que el plástico se derretiría cuando lo metiésemos en el aceite caliente.
INGREDIENTES:
- Patatas para freír.
- Huevos.
- Aceite para freír.
- Sal
- Kétchup y mahonesa.
PREPARACIÓN:
Ponemos a calentar en una sartén con fondo, el aceite para freír las patatas, o como es mi caso, la freidora. Pelamos y cortamos las patatas, las salamos y las introducimos para freír. Hay a quien le gusta echar la sal después de freír. Eso lo dejo al gusto de cada uno.
Mientras se hacen las patatas, ponemos en otra sartén aceite para freír los huevos a fuego medio alto.
Cuando esté caliente el aceite, introducimos el molde que hayamos elegido, y dentro el huevo, un poco de sal y esperamos a que se haga. Una vez frito, lo sacamos con una espumadera a un plato, y con la punta de un cuchillo, y con mucho cuidado vamos separando el huevo de las paredes del molde, ¡ojo! el molde quema, así que tocarlo con un paño de cocina, o algo parecido.
Ponemos las patatas ya fritas en el plato que vayamos a servir, con los huevos con formas, y decoramos con el kétchup y la mahonesa, o cualquier otra salsa.
Me gustaría saber que cara se le han puesto, así que espero vuestros comentarios.